Hace tiempo que los SUV dejaron de ser simples utilitarios. Y dentro de ese mundo en evolución, hay uno que siempre ha marcado el camino: El Lincoln Navigator. Ahora, en su versión 2025, la marca de lujo de Ford vuelve a subir el listón. Y créeme, lo que han hecho esta vez es más que una renovación: Es una redefinición completa de lo que debe ser un SUV premium de tamaño completo. Lo conocí en detalle, lo observé, lo imaginé en carretera… y estoy convencido de algo: Este Lincoln ya no compite con nadie. Está jugando su propio juego.
Diseño imponente, detalles que seducen
Desde el primer vistazo, el nuevo Navigator impone respeto. La parrilla frontal, con barra de luz integrada y firma luminosa secuencial, tiene una presencia audaz y moderna. Las nuevas luces traseras de ancho completo, los detalles satinados en lugar del cromo tradicional, y las llantas de hasta 24 pulgadas con acabados exclusivos —como las del paquete Atmosférico en Cobre Radiante— refuerzan una estética que es puro poder elegante. Pero donde realmente se gana el alma es en el interiorUna cabina pensada para desconectarte del mundo
Sentarse al volante del Navigator 2025 es entrar a otro planeta. La pantalla panorámica de 48 pulgadas te envuelve sin abrumar, perfectamente alineada en el campo visual para que no quites la vista del camino. Y lo que ves no es cualquier interfaz: es la nueva Lincoln Digital Experience, un ecosistema intuitivo con Google integrado, comandos por voz, perfiles personalizables y conectividad 5G.
Y cuando detienes el vehículo y activas el modo Rejuvenate, el Navigator se convierte, literalmente, en un spa. El asiento del conductor se reclina, comienza un masaje, la temperatura se ajusta, la iluminación se suaviza y una fragancia delicada llena el habitáculo. Todo acompañado de imágenes relajantes y sonidos envolventes. La experiencia puede durar cinco o diez minutos, pero su efecto es mucho más duradero. Honestamente, es algo que hay que vivir para entender.
Primera, segunda y tercera fila… todas VIP
Uno pensaría que sólo la primera fila se lleva el lujo. Pero Lincoln decidió que no. La segunda fila puede llevar butacas tipo capitán con calefacción, ventilación y masaje. Incluso hay una base de carga inalámbrica disponible allí, si eliges el nivel Black Label. Y la tercera fila —una de las más cómodas que he visto en el segmento— ofrece calefacción y respaldo modular, ideal para viajes largos con toda la familia.
Además, el sistema de portón trasero dividido y el Cargo Tailgate Manager no sólo facilitan la carga, también convierten la zona trasera en una elegante mesa o en un banco para sentarse al atardecer con vista al lago. Detalles que suman… y que diferencian.
Tecnología que se nota… y se siente
El nuevo Navigator integra BlueCruise de serie, el sistema de conducción manos libres de Lincoln que permite relajarte realmente en carretera. La versión 2025 es más suave, más precisa y con nuevas funciones como cambio de carril automático y reposicionamiento dentro del carril. Incluso cuenta con cámara lateral que proyecta la imagen en la pantalla panorámica al activar el intermitente.
Además, integra ayudas como el Asistente de Intersección y funciones para remolque como el Trailer Backup Assist y el Asistente de Enganche. Todo, operado con una suavidad casi imperceptible, como debe ser en un SUV de este nivel.
Motor V6 biturbo y refinamiento absoluto
A diferencia de sus competidores, Lincoln sigue apostando por un motor V6 biturbo —nada de V8—, pero con cifras que no desentonan: 440 hp y 510 lb-pie de torque. En la práctica, el Navigator se mueve con autoridad, en silencio, y con una suspensión adaptativa que filtra todo lo que no quieres sentir. Con llantas de 22 o incluso 24 pulgadas, el confort sigue siendo ejemplar.
La dirección es precisa y suave, aunque un poco más de agilidad sería bienvenida. Aun así, sorprende lo fácil que es llevarlo, lo bien que se mantiene en el carril, y lo poco que se siente su tamaño desde el asiento del conductor. Todo está hecho para que viajes sin esfuerzo.
¿Vale lo que cuesta?
El Navigator ya no es una compra impulsiva. Ningún modelo parte de menos de $101,000 y el precio puede superar los $135,000 en su configuración más equipada. Pero con todo lo que ofrece —tecnología, lujo, personalización, asistencia a la conducción y un enfoque multisensorial real— la pregunta no es si vale lo que cuesta.
La verdadera pregunta es: ¿qué otro SUV te da esto? Y la respuesta, por ahora, es ninguno.
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Ramzy Khalek
Soy un fanático de los autos en el sentido más real y visceral. Desde muy joven, sentí una atracción profunda por el mundo automotriz, inspirada por mi tío abuelo Rey Lanse, un apasionado de los motores que cada mes me regalaba su ejemplar de Road & Track. Nos sentábamos juntos a leerlo, a debatirlo, a soñarlo. Ahí nació una pasión que nunca se apagó.Ver más
