El Nissan Sentra sigue siendo uno de los últimos sedanes compactos de cuatro puertas disponibles en el mercado actual. En un segmento que se está reduciendo cada vez más, este modelo aún sobrevive con menos de diez opciones similares en competencia. Hasta hace poco, el Sentra se posicionaba como uno de los rezagados en su categoría, pero Nissan ha decidido darle un giro. Para el modelo 2024, el Sentra ha sido renovado, lo cual es significativo, considerando que su última actualización generacional completa fue en 2020.
A pesar de enfrentarse a pesos pesados como el Honda Civic y el Hyundai Elantra, el Sentra llega con mejoras en tecnología, refinamiento y comodidad. Con estas actualizaciones, nos propusimos descubrir si realmente está listo para competir. Durante una semana lo probamos como lo haría cualquier usuario diario.
Lo que encontramos es que, aunque Nissan tiene áreas importantes por mejorar, el Sentra también quiere demostrar algo único: que un auto no tiene que sobresalir en cada categoría para ser una opción viable. Este sedán compacto prioriza la economía y el precio accesible, pero ¿cumple con su misión?
El mayor desafío: el sistema de propulsión
Comencemos con el mayor punto débil del Sentra: su motor. Independientemente del acabado que elijas, todos vienen equipados con el mismo motor de cuatro cilindros y 2.0 litros, que produce 149 caballos de fuerza y 146 lb-pie de torque.
Aunque estas cifras son comparables a las del Honda Civic básico, con 150 hp y 133 lb-pie, palidecen frente a competidores como el Mazda3, que en su versión básica ofrece 191 hp y 186 lb-pie. La diferencia se vuelve más evidente cuando consideras que nuestra versión de prueba del Sentra cuesta $29,635, mientras que los precios iniciales del Civic y del Mazda3 rondan los $25,000.
Además, la transmisión variable continua (CVT) que acompaña al motor no ayuda mucho. Esta combinación está claramente diseñada con un objetivo en mente: la economía. Si bien puede parecer poco inspiradora para quienes buscan dinamismo al volante, logra 30 mpg en ciudad, 38 mpg en carretera y un promedio combinado de 33 mpg, cifras competitivas dentro del segmento.
Esto hace que el Sentra sea casi tan eficiente como el Civic básico y significativamente mejor que el Mazda3 en términos de consumo. Nissan sabe que su base de clientes prioriza la practicidad sobre las emociones al volante, y estas decisiones lo reflejan claramente.
Dinámica de conducción y refinamiento
A pesar de su modesto tren motriz, el Sentra ofrece una experiencia de conducción agradable. Su chasis está bien equilibrado, los frenos son precisos y fáciles de modular, y la dirección, aunque no especialmente precisa, es consistente y predecible. Quienes valoren la seguridad, el confort y la economía quedarán gratamente sorprendidos por su desempeño en carretera.
Además, el Sentra maneja bien los baches e imperfecciones del camino, aunque no es particularmente silencioso. Durante nuestra prueba, que incluyó conducción mayoritariamente urbana, logramos un consumo de 31.7 mpg, lo que confirma su eficiencia.
Un interior bien pensado
En el interior, el Sentra destaca por su atención a los detalles. Nuestro modelo de gama alta presentaba materiales suaves al tacto en el tablero, los paneles de las puertas y la consola central. En lugar de plásticos rígidos, encontramos espuma suave y cuero sintético con costuras rojas, algo sorprendente en un vehículo por debajo de los $30,000.
Un punto destacado son los asientos Zero Gravity de Nissan, que ofrecen un nivel de confort excepcional. Diseñados para distribuir uniformemente la presión en el cuerpo, son una de las características más sobresalientes de este auto. Aunque no todos los encontrarán perfectos, personalmente considero que están entre los mejores en su segmento.
En términos de controles, Nissan mantiene un enfoque físico y funcional. La mayoría de los ajustes importantes están disponibles mediante botones y perillas, evitando depender demasiado de la pantalla táctil. Sin embargo, el sistema de infoentretenimiento es el punto más débil del habitáculo. Aunque su interfaz es sencilla y fácil de navegar, su diseño anticuado y rendimiento lento desentonan con el resto del auto.
Espacio y practicidad
El diseño del Sentra prioriza a los pasajeros delanteros, con un habitáculo bien distribuido y cómodo. Los asientos traseros, aunque algo limitados en espacio para adultos altos, cumplen para trayectos urbanos. El maletero ofrece 14.3 pies cúbicos de capacidad, complementados por asientos traseros plegables en proporción 60/40.
Relación calidad-precio
Donde el Sentra realmente brilla es en su precio. Con un costo base de $21,590, es más accesible que muchos de sus rivales. Incluso el acabado superior SR, que incluye ruedas de 18 pulgadas, faros LED, climatización automática de doble zona, asientos delanteros calefactables y control de crucero adaptativo, comienza en $24,590. Además, todos los Sentra incluyen dos años de mantenimiento gratuito.
Sin embargo, a medida que el precio sube, su valor relativo se diluye. Por ejemplo, por los $29,635 de nuestro modelo de prueba, podrías optar por un Honda Civic Hybrid con más potencia y mejor economía de combustible, o acercarte al rango de precios del Toyota Prius. Para quienes busquen algo más deportivo, el Hyundai Elantra N-Line o el Mazda3 podrían ser opciones más atractivas.
Reflexión final
El Nissan Sentra no busca revolucionar su segmento ni sorprender con innovaciones. En cambio, se posiciona como un sedán práctico, cómodo y enfocado en la economía. Aunque no es un líder en ninguna categoría, cumple con lo esencial y lo hace bien. Por su precio, sigue siendo una opción razonable en un mercado donde cada vez es más difícil encontrar vehículos verdaderamente malos.