Mercedes-AMG S63 E Performance 2025

Mercedes-AMG S63 E Performance: Potencia híbrida con un toque de complejidad.

La idea de un Mercedes-AMG S63 híbrido enchufable suena a una combinación perfecta: el lujo absoluto del Clase S, la brutalidad de un V8 biturbo, y la tecnología híbrida para elevar la potencia a niveles descomunales. Sobre el papel, es un sueño hecho realidad. En la realidad… es más complicado.

A lo largo de los años, Mercedes ha afinado su línea de híbridos de alto rendimiento bajo el sello SE Performance, y el S63 E Performance es la máxima expresión de esa filosofía. Pero, aunque tiene todo para ser el supersedán definitivo, hay ciertos matices que lo hacen menos perfecto de lo que esperábamos.

Un tren motriz con cifras de locura

Desde el primer instante, el S63 E Performance deja claro que juega en una liga distinta. Su V8 biturbo de 4.0 litros se combina con un motor eléctrico trasero y una batería de 13.1 kWh, elevando la potencia total a 791 caballos de fuerza y 1,055 lb-ft de torque.

0 a 60 mph en 3.2 segundos
Velocidad máxima de 155 mph (limitada electrónicamente)
Modo eléctrico con hasta 26 km de autonomía

En modo Sport+, el S63 se transforma en una catapulta. El motor eléctrico entrega su torque al instante, y cuando el V8 entra en acción, la aceleración se siente como una descarga de adrenalina directa al sistema nervioso. Cada cambio de marcha en la transmisión de 9 velocidades es un golpe seco y preciso, como el retroceso de un rifle de francotirador.

Si lo que buscas es una aceleración demoledora en línea recta, el S63 E Performance cumple con creces. Pero cuando empiezas a moverte en la ciudad, la historia cambia un poco.

Un sedán que domina las curvas… Hasta cierto punto

Para un auto de más de 5,700 libras, el S63 se comporta de manera impresionante en las curvas. La suspensión neumática adaptativa mantiene la carrocería en control, y la dirección del eje trasero permite que el sedán se sienta más ágil de lo que su tamaño sugiere.

Sí, hay algo de balanceo de carrocería, pero nunca se siente torpe. La dirección es rápida, precisa y con el peso justo, lo que permite colocar la enorme parrilla AMG exactamente donde quieres.

Sin embargo, a bajas velocidades, el complejo sistema híbrido muestra sus defectos.

El S63 tiene dos transmisiones:

  • La automática de 9 velocidades gestiona el V8.
  • Una automática de 2 velocidades controla el motor eléctrico trasero.

Esto suena increíble en teoría, pero en la práctica, crea un comportamiento algo torpe en ciudad. Los cambios de marcha pueden sentirse bruscos, el auto duda entre usar electricidad o gasolina, y el frenado regenerativo es más agresivo de lo que debería.

No es lo que esperas de un Clase S, un modelo sinónimo de suavidad y refinamiento.

¿La Solución? Usarlo como un V8 tradicional

Aquí es donde el S63 E Performance nos hace preguntarnos si el híbrido era realmente necesario.

Si activas el modo Battery Hold, el S63 se olvida de la batería y se comporta como un V8 puro. De repente, la conducción se vuelve más suave, la aceleración es fluida y todo parece más natural.

El V8 biturbo es una obra maestra. Su respuesta es inmediata, la entrega de potencia es lineal, y el sonido tiene ese carácter AMG que te hace sonreír con cada aceleración. En este modo, el S63 se siente como debería sentirse un supersedán de Mercedes.

Claro, también puedes hacer lo contrario y usarlo en modo 100% eléctrico. Con 94 hp de potencia continua y 188 hp disponibles por 10 segundos, el S63 puede moverse en silencio absoluto. No es un EV de alto rendimiento, pero para moverte por la ciudad con clase, funciona perfectamente.

 

El S63 sigue siendo un clase S: Lujo y tecnología en abundancia

Si algo no se puede criticar del S63 E Performance, es la opulencia de su interior. Desde el momento en que abres la puerta y ves la cabina forrada en cuero Nappa negro ($3,110) y fibra de carbono ($3,700), sabes que estás en un Mercedes de otro nivel.

Pantalla de 12.8 pulgadas para el sistema MBUX
Cuadro de instrumentos digital de 12.3 pulgadas
Sistema de sonido Burmester 4D de $6,800

Pero no todo es perfecto. La interfaz del MBUX empieza a sentirse anticuada, los gráficos no están a la altura de la competencia, y la falta de botones físicos hace que algunas funciones sean más complicadas de lo necesario.

Desde el exterior, el S63 impone respeto. La parrilla Panamericana AMG, las enormes llantas de 21 pulgadas ($3,300) y el exclusivo color Manufaktur Kalahari Gold ($1,750) hacen que este sedán sea imposible de ignorar.

El precio del poder: ¿Vale la pena?

Con un precio base de $183,400, el S63 E Performance no es barato. Pero lo que realmente sorprende es lo rápido que ese precio se dispara con opciones.

Pintura especial: $1,750
Llantas negras de 21 pulgadas: $3,300
Asientos traseros más lujosos: $4,150
Sistema de sonido Burmester 4D: $6,800

En total, este modelo en particular cuesta $206,960, lo que lo pone en una competencia feroz con otros sedanes de alto rendimiento.

BMW M5 – $120,675
Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid – $228,000
Bentley Flying Spur Speed – $276,450

En este contexto, el M5 parece una ganga, el Panamera es más refinado, y el Bentley es la cúspide del lujo.

Veredicto Final: ¿Es el S63 híbrido la mejor opción?

El Mercedes-AMG S63 E Performance es impresionante en cifras, lujoso en diseño y brutal en aceleración, pero su sistema híbrido no es tan refinado como debería.

Si buscas un sedán AMG con más potencia que nunca, este es el indicado.
Si te gusta la idea de un S63 con un toque de electrificación, pero sin comprometer la experiencia de manejo, debes aprender a jugar con sus modos de conducción.
Si quieres un Clase S que sea perfectamente equilibrado y cómodo en todo momento, tal vez este no sea el modelo ideal.

Al final, el S63 sigue siendo un monstruo de sedán, pero es imposible ignorar la sensación de que Mercedes complicó demasiado algo que ya era increíblemente bueno.

A veces, menos es más.

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