Desde su lanzamiento, el Ferrari Roma ha demostrado que el concepto de Gran Turismo sigue más vivo que nunca. No es solo un Ferrari más en la línea, sino una reinterpretación moderna del lujo, el rendimiento y la elegancia atemporal.
A diferencia del Portofino, que siempre pareció un Ferrari diseñado para atraer a un público más amplio (y quizás menos purista), el Roma es un auto con identidad propia. No tiene compromisos ni concesiones, es simplemente un GT puro, equilibrado y con una presencia magnética.
Si alguna vez soñaste con un F8 Tributo reimaginado como un coupé de motor delantero y tracción trasera, el Roma es exactamente eso. Pero no te equivoques: este no es solo un auto rápido y emocionante, también es el Ferrari más refinado de la última década.
Un Gran Turismo en el sentido clásico de la palabra
El Ferrari Roma es el ejemplo perfecto de lo que debería ser un GT moderno:
✔ Potencia a raudales, pero accesible en todo momento.
✔ Un chasis afinado para el placer de conducción, no solo para la velocidad.
✔ Comodidad y refinamiento sin sacrificar la emoción.
Desde el primer momento en que te pones al volante, el Roma te envuelve en una sensación de control absoluto. Su suspensión es suave pero increíblemente precisa, permitiéndote devorar kilómetros sin esfuerzo, ya sea en carretera abierta o en una autopista de alta velocidad.
El Spider, con su techo de tela retráctil, añade un nivel extra de conexión con la carretera, sin perder la rigidez estructural ni el dinamismo del coupé.
Sí, muchos desearían que bajo el capó rugiera un V12, convirtiéndolo en un sucesor más directo del 550 Maranello, pero el V8 biturbo de 3.9 litros que Ferrari ha elegido para este modelo es una auténtica obra maestra.

Rendimiento: La definición de un Ferrari GT
Motor: V8 biturbo de 3.9 litros
Potencia: 612 hp
Torque: 561 lb-ft
Transmisión: Doble embrague de 8 velocidades
0-100 km/h: 3.4 segundos
Velocidad máxima: 320 km/h
El V8 de cigüeñal plano no solo ofrece una respuesta inmediata al acelerador, sino que su entrega de potencia es lineal y progresiva, permitiéndote explorar cada rincón del tacómetro sin sobresaltos.
La transmisión de doble embrague de 8 velocidades es rápida, fluida y perfectamente calibrada para cualquier situación: lo suficientemente dócil en modo Comfort, pero con la agresividad necesaria cuando activas el modo Race.
Si bien Ferrari ha producido GT con un sonido más visceral, el Roma mantiene un tono seductor, con un escape ajustado para liberar su carácter en altas revoluciones sin ser ensordecedor en largos viajes.
Dinámica de conducción: Refinamiento y agilidad en equilibrio
Dirección precisa con un peso ideal en cada curva.
Chasis equilibrado que filtra lo necesario sin aislar al conductor.
Tracción trasera con diferencial electrónico para máximo control.
Frenos cerámicos que ofrecen potencia y resistencia en cualquier situación.
Ferrari ha logrado un balance casi perfecto entre deportividad y confort. La suspensión se adapta al asfalto sin ser demasiado rígida, permitiendo que el Roma sea un auto tan placentero en autopistas como ágil en carreteras de montaña.
El chasis se siente ligero y bien plantado, con una distribución de peso que inspira confianza en cada curva. Es un auto que invita a ser conducido, no solo admirado.