Una jugada ante los nuevos aranceles
Honda está lista para dar un giro estratégico en la producción de su próximo Civic Hybrid, y el epicentro de esta decisión es el estado de Indiana. Según un informe reciente, la compañía abandonará sus planes de fabricar este modelo en México y trasladará su producción a su planta en EE.UU. a partir de mayo de 2028. ¿La razón? Evitar los nuevos aranceles del 25% que la administración de Donald Trump ha impuesto sobre los vehículos importados desde México y Canadá.
Un cambio de rumbo inesperado
Hasta ahora, Honda producía el Civic Hybrid en su fábrica de Ontario, Canadá, y tenía planes concretos para trasladar su ensamblaje a Guanajuato, México, en noviembre de 2027. Sin embargo, tres fuentes cercanas a la marca revelaron a Reuters que la compañía ha decidido cancelar esta estrategia y, en su lugar, fabricar el modelo en EE.UU. directamente. La medida busca blindar a la empresa frente a un panorama comercial cada vez más incierto, donde las tarifas a la importación podrían impactar significativamente los costos de producción y los precios finales para los consumidores.
El impacto de los aranceles y la reconfiguración de la industria
La decisión de Honda no es aislada. La amenaza de altos aranceles ha llevado a varios fabricantes a reconsiderar sus estrategias de producción. Por ejemplo, se rumorea que Mercedes-Benz podría trasladar la fabricación de los modelos C-Class y E-Class a Alabama, mientras que marcas como Porsche y Audi estarían evaluando opciones similares en territorio estadounidense. Aunque estas noticias aún no han sido confirmadas, reflejan la creciente preocupación de la industria automotriz ante las políticas comerciales de la actual administración.
Ford, por su parte, ha sido una de las voces más críticas frente a la medida. Su CEO, Jim Farley, advirtió que los aranceles del 25% a bienes provenientes de México y Canadá, previstos para entrar en vigor el 4 de marzo, podrían “desatar una crisis sin precedentes en la industria automotriz estadounidense”, elevando costos, generando caos en la cadena de suministro y, en última instancia, afectando a los consumidores con precios más altos.
Honda y su apuesta por el mercado estadounidense
Con este cambio de estrategia, Honda espera fabricar aproximadamente 210,000 unidades del Civic Hybrid en Indiana cada año. Si la demanda supera esa capacidad, la empresa podría recurrir a importaciones desde mercados no afectados por los aranceles, aunque esto podría ser complicado si Trump amplía su política de tarifas a todas las importaciones de vehículos, una medida que podría entrar en vigor tan pronto como el 2 de abril.
Lo que está claro es que la industria automotriz está entrando en una nueva etapa de adaptación. Para Honda, la decisión de mover la producción a EE.UU. es una jugada estratégica que no solo protege sus márgenes de ganancia, sino que también fortalece su presencia en el mercado norteamericano. En un contexto donde la incertidumbre comercial es la norma, las automotrices que logren anticiparse y adaptarse a las nuevas reglas del juego serán las que lideren el camino en los próximos años.
